Me hubiera gustado ser bonita con un lindo cuerpo,
Pero al meditar me doy cuenta que;
¿Para qué tanta belleza? Sí está podrida por
dentro
Me hubiera gustado tener ojos lindos,
Esos ojos que con una mirada llegan al alma,
Pero ¿de qué sirve?
Sí solo mira y esconde ese deseo pecaminoso de
la carne.
Me hubiera gustado tener una nariz linda, esa nariz
italiana que se ve tan respingada,
Pero ¿de qué sirve? Si no es para respirar tu aroma
Me hubiera gustado tener labios ricos, esos labios que
matan,
Esos labios que son decesos
Pero ¿de qué sirve? sí no frenan su lengua.
Me hubiera gustado tener piernas firmes y largas,
Pero ¿de qué sirve? si quienes las tienen las van abriendo
donde sea, con quién sea, sin darles o darse un lugar especial.
Me hubiera gustado tener pechos firmes y pequeños,
Me hubiera gustado tener vientre plano,
Me hubiera gustado tener deliciosos huesitos de la cadera
marcados,
Pero ¿de qué me sirve todo esto?
En fin me hubiera gustado ser perfecta.
Pero hay dos cosas inexistentes en este mundo; la perfección
y él hubiera.
Con el tiempo me di cuenta que deseaba cosas ilógicas,
medite en qué ¿de qué sirve todo esto?,
Si todos vamos a morir, sí todos somos polvo.
Es por eso que mejor me quedo con mi locura intensidad, pidiendo a
Jehová que me moldeé para que en un futuro muy cercano llegara a ser
bella por dentro, llegara a ser bella por fuera y borrará ese hubiera,
ahora si vendrá la perfección en ese paraíso que
tanto anhelo.
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